Leí El jardín del tiempo, el cuento en el que se inspiró la MET Gala 2024 y estas fueron las celebridades que SÍ cumplieron con el dress code

El cuento del autor británico, James G. Ballard es una metáfora del paso del tiempo y la belleza. Veamos qué celebridades cumplieron con esto.
MET Gala 2024 dress code

Ayer, las escaleras del MET se convirtieron en un jardín, “un jardín del tiempo”, para ser exactos. Fue el nombre del código de vestimenta de este año, The Garden Of Time, un relato corto del novelista británico, James G. Ballard.

Muchos recuerdan al autor por su obra, El imperio del sol de 1984 que cambió para siempre el género de la ciencia ficción, pero poco más de 20 años atrás había escrito este cuento breve que hoy acapara los titulares de prensa en todo el mundo con la gran pregunta: ¿Qué celebridades acertaron con el dress code? Pues bien, para dar respuesta no hay nada más certero que leer el texto de J.G. Ballard (mismo que puede hallarse fácilmente en línea en inglés o español).

El jardín del tiempo se basa en un escenario de fantasía, en donde el conde Axel y su esposa pasan los atardeceres más bellos en su tranquila villa, pero hay algo que amenaza su paz: una horda se aproxima para destruir su hogar. Para retrasar el paso del tiempo, el conde pasa las tardes en su jardín, un lugar mágico cuyas flores tienen el poder de retrasar el tic toc del reloj, solo si son arrancadas.

Entre texturas e imágenes que fácilmente se impregnan en la mente, la historia conduce a una metáfora sobre el paso del tiempo: nada es para siempre y, por desgracia, mucho menos la belleza, no solo de las flores, sino de los momentos y de la vida en sí misma. Esta metáfora se alinea con la temática de la exhibición del Instituto del Vestido del MET, Sleeping Beauties: Awakening Fashion, una muestra dedicada a piezas cuya huella del tiempo las ha convertido en verdaderas reliquias, algunas, ni siquiera pueden ser usadas.

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De este modo, el código de vestimenta de la MET Gala 2024 fue absolutamente poético, abierto a la interpretación y la creatividad de los diseñadores que presentaron sus creaciones en la alfombra roja. No obstante, una vez que se conoce el cuento de James G. Ballard, es sencillo mirar con otros ojos a quienes alcanzaron el éxito con el dress code. Lo he leído y estas son mis conclusiones:

Comencemos con la figura del conde

El jardín del tiempo tiene como protagonista al conde Axel, quien es introducido desde el primer párrafo del texto: “Al atardecer, cuando la gran sombra de la villa alcanzaba la terraza, el conde Axel abandonó su biblioteca y bajó los anchos escalones de estilo rococó que conducían hacia las flores del tiempo. Una figura alta e imperiosa con una chaqueta de terciopelo negro; un alfiler de corbata de oro brillaba bajo su barba a lo Jorge V. En una de sus enguantadas manos mecía ligeramente un bastón”. No se sabe en qué tiempo de la historia, pero por la descripción de su vestimenta, es posible notar que se trata de un hombre elegante situado en un escenario de época.

Bad Bunny.

Jamie McCarthy / Getty Images

Barry Keoghan.

Getty Images.

Josh O' Connor.

Getty Images.

Esmoquin y trajes sastre nunca faltan en la gala del MET, pero son pocos los personajes masculinos que interpretan estos conjuntos más allá de lo tradicional. En esta edición, Bad Bunny (como buen anfitrión del evento) encarnó esta “figura alta e imperiosa” que Ballard describe, con un diseño de Maison Margiela Artisanal. Otros como Josh O’ Connor en Loewe y Barry Keoghan en Burberry, apostaron por la majestuosidad que supone el personaje de un conde (que, por definición, es un título nobiliario, es decir, es un hombre que pertenece a la realeza).

Jamie McCarthy

En un tenor mucho más inesperado estuvo Anna Wintour vestida de Loewe. Sí, es un look femenino, pero eso no significa que no pueda incluir elementos referentes al armario masculino. Y es que su chaqueta larga se inspiró en una capa de noche del siglo XIX creada por el diseñador Charles Frederick Worth, considerado por muchos como “padre de la Alta Costura”.

La fragilidad de las flores y la vivacidad de El jardín del tiempo

Las flores eran un elemento esperado en esta MET Gala, pero hubo de flores a flores y las que Ballard describe en su cuento son mágicas, hacen alusión a la fragilidad, pero también a la belleza, tienen vida propia. “[El conde] comenzó a inspeccionar las exquisitas flores de cristal, sin emoción, mientras escuchaba los sonidos del clavicordio de su esposa, que estaba tocando un rondó de Mozart en la sala de música. Los ecos de la melodía vibraban a través de los translúcidos pétalos”, escribió el autor, y más adelante detalla que las flores de este jardín “crecían a una altura de dos metros; sus delgados tallos, como varillas de cristal, sostenían docenas de hojas. Al extremo de cada tallo estaba la flor del tiempo, del tamaño de una copa. Los opacos pétalos exteriores guardaban su corazón de cristal”.

Eiza González.

Jamie McCarthy

La flora de esta alfombra tuvo momentos bastante obvios, pero otros que auténticamente parecían sacados de este cuento británico. Eiza González vistió de Del Core, con una prenda inspirada en los pétalos de una orquídea que remiten a la vulnerabilidad de El jardín del tiempo.

En cambio, Karlie Kloss en una pieza hecha en colaboración con Swarovski, presenta el otro extremo de las cualidades de una flor: sí, son frágiles, pero también son vibrantes. El punto medio parece encontrarse en Ayo Edebiri en Loewe y Rebecca Hall en Danielle Frankel con vestidos florales que apuntan a la vivacidad, pero también a la delicadeza.

Karlie Kloss.

Getty Images.

Ayo Edebiri.

Getty Images.

Rebecca Hall.

John Shearer

Es importante aclararlo: en este código de vestimenta, las flores eran más que un ornamento, por ello, los vestidos etéreos y fantásticos son los que mejor desfilaron con este dress code. Después de todo, en el relato que lo inspiró, son un elemento doloroso y poético. Antes de desvanecerse, la esposa del conde le pide que le permita arrancar la última flor que les permita retrasar su terrible destino.

La figura de la condesa

No sabemos su nombre, pero sabemos que toca el clavicordio, que es una mujer hermosa y que ama profundamente al conde Axel. “Después saludó a su esposa, que cruzaba la terraza arrastrando el borde de su vestido de noche, de brocado, por las baldosas [...] Su rostro era sereno e inteligente; llevaba el pelo recogido por detrás con un broche de piedras montadas en plata. El vestido, escotado, revelaba un largo y delgado cuello y una barbilla altanera”, describe el autor sobre la condesa.

Kendall Jenner.

Dimitrios Kambouris/Getty Images

Penélope Cruz.

Foto: Gilbert Flores/Getty Images.

Teniendo esta imagen en mente, es sencillo identificar las referencias a este personaje en los atuendos de la MET Gala. Kendall Jenner desfiló con un vestido de Alexander McQueen para Givenchy del año 1999, “es la primera vez que lo usa un humano”, señaló la modelo. Su imagen en las escaleras del MET bien podría ser la de una condesa moderna.

Luego estuvo Penélope Cruz en Chanel, vivificando a la esposa del conde, como si se hubiera salido de las páginas del cuento para posar al pie del museo más famoso de Nueva York. Cruz lució “un vestido de noche”, que se arrastraba por las escalinatas, repleto de encaje, transparencias y sí, brocados.

El concepto del paso del tiempo

El jardín del tiempo se extiende a apenas seis páginas pero el efecto que logra es sumamente interesante: al leerlo, sientes la ansiedad del conde de saber que un ejército se aproxima a lo lejos en la llanura, entiendes la preocupación de que sus flores están por extinguirse y no podrá seguir deteniendo el paso del tiempo. Su vida pasa tranquila en medio de la belleza, pero tarde o temprano, esta se apagará y, cuando menos lo nota, la horda ya está más cerca que el día anterior.

Tyla.

Getty Images.

Si hubo alguien que representó a la perfección este tema fue la cantante estadounidense, Tyla, vistiendo un diseño de Balmain mezclado con microcristales de arena, complementado con un bolso en forma de reloj de arena. “La idea de esculpir una prenda a partir de algo tan efímero como la arena encendió mi imaginación”, dijo Olivier Rousteing, director creativo de la firma francesa.

Hubo otras muestras –un tanto más evidentes– como Ben Simmons con un maletín que llevaba un reloj de pared incrustado. Pero fue Tyla quien mejor representó la sensación de medir el tiempo a cuentagotas y la certeza de que, como la arena, erosiona.

La oscuridad

Cuando los invitados comenzaron a desfilar por las escaleras del MET, me pregunté de dónde provenía el acento lúgubre que estaba tiñendo los atuendos de las primeras celebridades en llegar. Me hacía falta leer El jardín del tiempo para entenderlo.

—Retenla todo lo que puedas, querida, hasta que muera la última de sus fibras.

Permanecieron juntos en la terraza. De pronto, el griterío de afuera aumentó. La multitud estaba golpeando la verja de hierro y toda la villa temblaba ante este impacto.

Cuando el último rayo de luz desapareció, la condesa elevó sus manos como si liberase un invisible pájaro; después, en un acceso final de valor, tomó las manos de su esposo con una sonrisa radiante que se desvaneció rápidamente.

—¡Oh Axel! —lloró.

Como una espada, la oscuridad descendió súbitamente sobre ellos.

Este es el desenlace del cuento. Cuando la condesa arranca la última rosa y el corazón de esta deja de latir, ella y su esposo están destinados a convertirse en estatuas, mientras las multitudes irrumpen en su hogar para arrasar con todo a su paso. El escenario final es sombrío, donde antes hubo vida, ahora hay destrucción.

Zendaya.

Dimitrios Kambouris

Por eso, no es extraño que hubiera asistentes que optaron por esa “oscuridad” que describe el relato. Sin embargo, para interpretar esta melancolía en un vestido había que hacerlo de forma arrebatadora, dolorosa, pero poética. La ganadora de esta apuesta fue Zendaya con su segundo look de John Galliano para Givenchy del año 1996, un diseño dramático en color negro, complementado con un tocado maximalista de flores.

Emma Chamberlain.

Getty Images.
Getty Images.
Getty Images.

También hubo otras muestras que destacaron ese tono sombrío con el que culmina el texto: Eva Chen en Robert Wun, Emma Chamberlain en Jean Paul Gaultier, Lily Gladstone en Gabriela Hearst o Vera Wang en un diseño de su propia autoría.

Las texturas: el cristal y la piedra

A lo largo del relato, el cristal es un elemento recurrente en las palabras de J.G. Ballard. Desde el principio, describe que sus flores tienen un corazón de cristal, al arrancarlas, deja de latir. “Cuando llevaba la flor hacia la terraza ésta comenzó a centellear y a deshacerse, y la luz procedente del corazón fue desvaneciéndose. Lentamente, el cristal también comenzó a disolverse, y sólo los pétalos de alrededor permanecían intactos”.

En la MET Gala 2024, Camila Cabello portó un atuendo de Ludovic de Saint Sernin y aunque tenía otros detalles alusivos al código de vestimenta como los rasgados en la cauda a modo de metáfora sobre la destrucción y el tiempo, la atención estuvo en su bolso de hielo con un rosa congelada en su interior, una pieza que goteaba mientras Cabello posaba frente a las cámaras. El simbolismo aquí es bastante claro.

Elle Fanning.

Getty Images.

Camila Cabello.

Dia Dipasupil

También estuvo Elle Fanning en Balmain, representando a una “bella durmiente congelada en el tiempo”. El vestido de la actriz llevaba aves que parecían cristalizadas.

Dos estatuas de piedra, una junto a la otra, miraban alrededor desde su zona protegida. La mayor de las dos figuras representaba a un hombre con barba que llevaba una chaqueta de cuello alto y un bastón en una mano. Junto a él había una mujer con un traje de seda. Su rostro era suave y sereno. En su mano derecha sostenía ligeramente una rosa de pétalos tan suaves que casi eran transparentes.

Finalmente para representar el fragmento final del cuento está la textura de piedra, las estatuas como leitmotiv. Fue un tema con el que pocas jugaron, pero quienes se animaron, le dieron un toque de fantasía a las figuras de piedra, básicamente, les dieron vida. Jennifer Lopez lo hizo en Schiaparelli, Michelle Yeoh con una prenda metálica de Balenciaga, Lala Reid en Marc Jacobs y Paloma Elsseser –mi favorita– con una armadura de H&M.

Michelle Yeoh.

Getty Images.

Jennifer Lopez.

Jamie McCarthy

Paloma Elsseser.

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